Cuando decides reformar tu baño, una de las decisiones más importantes es elegir el tipo de ducha que se adapte a tus necesidades y al espacio disponible. Entre las opciones más populares están las duchas a ras de suelo y los platos de ducha elevados. Ambos tienen sus ventajas y desventajas, y la elección correcta depende de varios factores, como la accesibilidad, el diseño, y la estructura del baño. Como expertos en reformas de baño en Madrid y Alcalá de Henares, en Aladucha queremos ayudarte a tomar la mejor decisión. A continuación, te ofrecemos una comparativa detallada para que elijas la opción ideal para tu hogar.
Una ducha a ras de suelo, también conocida como ducha de obra, se caracteriza por estar al mismo nivel que el suelo del baño. Esto crea una transición sin barreras entre el área de la ducha y el resto del baño, lo que aporta una sensación de amplitud y modernidad. Además, este tipo de ducha es altamente accesible, especialmente para personas con movilidad reducida o mayores.
Un plato de ducha elevado se instala sobre el nivel del suelo, creando un pequeño escalón para acceder a la ducha. Este tipo de plato es más común y suele estar disponible en una amplia variedad de materiales, colores y tamaños. La instalación es más sencilla que la de una ducha a ras de suelo, lo que lo convierte en una opción práctica para muchas reformas.
Si la accesibilidad es una prioridad, la ducha a ras de suelo es la mejor opción. Su diseño sin barreras facilita el acceso y es ideal para hogares con personas mayores o con movilidad limitada.
Para baños pequeños, una ducha a ras de suelo puede hacer que el espacio se sienta más amplio y menos congestionado. Sin embargo, si el baño tiene una estructura más compleja, un plato de ducha elevado podría ser más fácil de integrar sin comprometer el diseño.
Si cuentas con un presupuesto ajustado, un plato de ducha elevado será una opción más económica. La instalación es más sencilla y rápida, lo que se traduce en un coste menor. Por otro lado, si puedes permitirte una inversión mayor, la ducha a ras de suelo aportará un valor añadido tanto en funcionalidad como en estética.
En términos de mantenimiento, las duchas a ras de suelo pueden requerir un poco más de cuidado, especialmente en lo que respecta a la limpieza del desagüe y la prevención de filtraciones. Los platos de ducha elevados suelen ser más fáciles de mantener.
La decisión entre una ducha a ras de suelo y un plato de ducha elevado dependerá de tus prioridades y del diseño de tu baño. Si buscas accesibilidad y un diseño moderno, la ducha a ras de suelo es la mejor opción. Si prefieres una instalación más sencilla y un coste más bajo, el plato de ducha elevado puede ser la solución ideal.
En Aladucha, somos especialistas en transformar baños, adaptándonos a las necesidades y gustos de nuestros clientes. Si estás pensando en renovar tu baño y no sabes por dónde empezar, te ayudamos a cambiar tu bañera por un plato de ducha en Madrid y Alcalá de Henares. Contáctanos y déjanos hacer de tu baño un espacio más funcional, seguro y estético.